Qué profesiones tienen mayor demanda
Las Ciencias de la Salud (Óptica, Farmacia o Enfermería) tienen un 72% de inserción laboral por encima de la media, las ingenierías tienen un 78% (Aeronáutica, Industriales, Computación, Energía o Telecomunicaciones) y Matemáticas y Educación Primaria son las carreras con más empleo, es decir, que tienen los mejores índices de inserción laboral.
En cambio, los peores índices de inserción laboral son todos estudios de Ciencias Sociales y Humanidades (Gestión Pública, Criminología, Comunicación, Historia del Arte, Bellas Artes, Relaciones Laborales o Geografía, entre otros).
Nota: En base a un estudio de Ivie y BBVA 2019
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La demanda y la formación
Según los expertos del IVIE, las carreras con mejor índice de inserción son los que más se ajustan a las necesidades de la sociedad y del mercado actuales y futuros.
Por otro lado, la digitalización y automatización demanda expertos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; con el envejecimiento de la población precisa profesionales de la salud; y que, con la extensión de la educación temprana y la formación permanente, necesita profesores.
Nota: El indicador muestra que las posibilidades de inserción laboral no tienen relación alguna con el volumen de engresados. Esto lo apunta a un desajuste entre la oferta y la demanda.
Correspondencia estudios y remuneración
El 92% de médicos titulados hace cuatro años tiene trabajo, su empleo se ajusta a su formación en el 99,7% de los casos y cobran de media anual €34.290.
Su indicador de Inserción Laboral es 1,47, casi el triple que el 0,57 de Turismo, último en la lista.
Turismo cuenta con un 65,5% de profesionales empleados entre los graduados hace cuatro años y con un salario de 19.861 anual.
Escasa empleabilidad
Un punto preocupante es la diferencia de la inserción laboral entre unas carreras y otras. Además, esto también demuestra un desajuste entre la formación en universidades y lo que la demanda social (lo que pide la sociedad).
Las universidades y centros de formación deben ajustarse a la realidad, a lo que la sociedad requiere y no formar a profesionales que, una vez graduados, no consigan oportunidades para ejercer.
Por lo tanto, se debe tener en cuenta esta realidad al planificar la oferta de estudios para orientar la oferta de titulaciones hacia los campos más demandados.