Factores en la entrevista de trabajo
Este artículo de Business Insider trae luces sobre factores en la entrevista de trabajo que influyen y que probablemente no habías considerado, pero que debes conocer porque cualquier pequeño valor importa para ser el elegido.
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1. La hora y el día de la entrevista
El martes a las 10:30 es el mejor momento para programar una entrevista, según Glassdoor. Y, aunque sus recomendaciones no están respaldadas por la ciencia, siguen el sentido común. La gente se muestra más productiva los martes y el entrevistador te dedicará más tiempo. La hora también influye, porque eso supone que la persona que se encarga de hacerte las preguntas ya ha tenido tiempo para revisar su correo electrónico, tomar una taza de café y prepararse para tu llegada.
Tampoco es bueno ser el último candidato en pasar por la entrevista, según un estudio de Psychology Today. Es muy probable que la atención del entrevistador no se centre únicamente en ti. Podrían estar pensando en las prioridades que tienen después del trabajo, como sus planes para cenar, los deberes de los niños, etc.
También, evita entrevistas antes o después del almuerzo porque el tiempo que pases con los entrevistadores podría ser corto o podrías quedarte esperando un rato.
2. El tiempo que haga el día de la entrevista
Los investigadores de la Universidad de Toronto, Donald Redelmeier y Simon D. Baxter, descubrieron que a los aspirantes de la Facultad de Medicina les iba peor si se entrevistaban en un día lluvioso que a los aspirantes que lo hacían en un día soleado.
Los expertos aseguraron que: «en general, los entrevistados en días de lluvia recibieron una puntuación un 1% más baja que los que lo hicieron en días soleados. Este patrón fue igual tanto para los aspirantes senior como para los aspirantes junior. También lo comparamos después con la admisión para el puesto. La diferencia fue del 10%. Es decir, que tener una entrevista en un día soleado puede ayudarte».
Los datos se recopilaron de casi 3.000 solicitantes de empleo en un período de 6 años.
3. La hora a la que llegas a la entrevista
Puede que pienses que si llegas temprano se valorará positivamente, pero si llegas excesivamente temprano, podrías estar poniendo obstáculos a tus opciones.
«Por supuesto que llegar unos minutos antes es una buena idea y la verdad es que es mejor que llegar tarde, pero no llegues media hora antes de tu entrevista«, dice Lynn Taylor, una experta en la materia y autora del libro Tame Your Terrible Office Tyrant.
«Puede provocar que parezcas demasiado ansioso o que se sienta como una especie de presión sobre el entrevistador. Si tienes tiempo extra, repasa las cuestiones clave antes de entrar o camina para liberar energía y nervios».
4. Hacer la entrevista el mismo día que otros candidatos
Sí, puede ser difícil saber cuándo van a entrevistar al resto de candidatos, pero si lo sabes, programa tu entrevista en un día diferente. Los estudios sugieren que el hecho de que se te considere cualificado para un puesto depende de quién más se presente para el mismo.
«La gente es reacia a juzgar a demasiados solicitantes en un solo día, lo que crea un prejuicio contra las personas que se presentan en días con solicitantes especialmente fuertes», según un estudio de la revista Psychological Science, que se centra en los candidatos de las escuelas de negocios.
Sin embargo, esta comparación sólo dura un día, lo que significa que únicamente se te compara con personas que se entrevistan el mismo día que tú, no el día anterior o posterior.
5. Lo que haces mientras esperas en el vestíbulo
«Beber café, comer o hablar por el móvil no es la primera impresión que debes dar al departamento de recursos humanos o a la recepcionista», dice Taylor. «No sabes exactamente cuándo aparecerá el entrevistador, así que estate preparado.»
Taylor sugiere que tengas una mano libre para poder estrechar rápidamente la mano del entrevistador sin tener que colocar torpemente todos tus objetos personales en una silla o en el suelo. «Debes parecer organizado y atento».
«Mientras esperas, habla con la recepcionista (si está disponible para hablar), revisa las notas de tu cuaderno, o revisa cualquier material que la compañía ponga a disposición de los invitados. Mantén una sonrisa agradable y un comportamiento optimista.»
6. Cómo tratas a la recepcionista o al resto del personal
Los empleadores quieren saber cómo interactúas con los demás, así que una táctica común es preguntarle a la recepcionista algunas cosas.
El CEO de Zappos, Tony Hsieh, indicó en una entrevista con The Wall Street Journal que le solía preguntar al conductor si los candidatos habían sido educados y simpáticos.
«Muchos de nuestros candidatos son de fuera de la ciudad y los recogemos en el aeropuerto en un vehículo de Zappos, les damos un recorrido por la ciudad y luego pasan el resto del día haciendo entrevistas», dice Hsieh.
«Al final del día de entrevistas, el responsable de contratación suele preguntar al conductor del vehículo cómo fue tratado por el candidato. No importa lo bien que haya ido el día de las entrevistas, puesto que si no trató bien a nuestro conductor, no contrataremos a esa persona».
7. Tu apretón de manos dice mucho de ti
«Como en cualquier momento de la vida, un débil y tímido apretón de manos transmite una falta de confianza«, concreta Taylor. «Y este gesto es una parte clave de tu primera impresión».
Asegúrate de transmitir tu autoconfianza con un firme apretón de manos y una sonrisa en la cara, y no tengas miedo de tomar la iniciativa de tender la mano. «Sin embargo, algunas personas se pasan de la raya. No es necesario ser muy lanzado.»
8. Aceptar una invitación a tomar café
Si el entrevistador te ofrece algo de beber además de agua, especialmente café, no lo aceptes.
Tu entrevistador no quiere pasar 10 minutos preparando una taza de café, dicen los especialistas John B. Molidor y Barbara Parus en su libro Crazy Good Interviewing: Cómo actuar un poco loco puede conseguirte el trabajo.
Esto se acrecenta aún más si tienen un día ocupado por delante, ya que emplearían más tiempo del que habían planeado inicialmente únicamente para prepararte el café.
9. Ser un poco narcisista
Un estudio en el Journal of Applied Social Psychology sugiere que los narcisistas obtienen una puntuación mucho más alta que otros candidatos en las entrevistas de trabajo, y la razón es porque se sienten cómodos con la autopromoción.
Como los narcisistas suelen pensar que son fantásticos, el entrevistador puede pensar lo mismo.
10. El color de tu ropa
Según 2.099 responsables de contratación y profesionales de recursos humanos que participaron en una encuesta de CareerBuilder, el azul y el negro son los mejores colores para usar en una entrevista de trabajo, mientras que el naranja es el peor.
Los colores conservadores, como el negro, el azul, el gris y el marrón, parecen ser la apuesta más segura cuando se conoce a alguien por primera vez en un entorno profesional, mientras que los colores que inducen a una mayor creatividad, como el naranja, pueden ser demasiado fuertes para hacer una entrevista.
El rojo es el color más poderoso, pero piensa si quieres eclipsar a su entrevistador. Esto, por supuesto, depende del puesto para el que sea la entrevista y la cultura de la empresa.
A diferencia de la mayoría de los hombres, las mujeres tienden a usar ropa más colorida, lo que hace que nuestros juicios sobre el color y los candidatos a la entrevista estén sesgados por el género.
11. Mirar el teléfono o el reloj
Por muy común que parezca, la gente se da cuenta cuando miras tu reloj o tu teléfono, y si lo haces parece que no estás prestando toda la atención posible, explica Taylor.
«Incluso tener el móvil a la vista es una falta de respeto. No vas a enviar mensajes de texto ni a recibir llamadas, de modo que apágalo y guárdalo. Asegúrate de que el entrevistador tenga toda tu atención».
12. Preguntar antes de sentarte
Respeta el espacio de tu entrevistador esperando a que te ofrezcan un asiento, o espera a que se siente primero.
Después de sentarte, Molidor y Parus aconsejan lo siguiente: «Siéntate recto con los hombros cuadrados e intenta ocupar el mayor espacio posible en la silla. No estés como una violeta encogida con la cabeza inclinada, sin contacto visual y los hombros encorvados».
13. Adaptar las respuestas en función de la edad del entrevistador
Las personas tienen valores diferentes en función de la generación a la que pertenecen. Al ser consciente de la edad de tu entrevistador, puedes adaptar tus respuestas a lo que crees que están buscando, según cuentan Molidor y Parus.
«Con un poco de práctica, puedes comprender los valores que cada generación valora más. Puedes dar forma a tu respuesta usando el lenguaje de sus valores», escriben.
Según los autores, estas tácticas no siempre funcionan, ya que cada entrevistador puede tener un conjunto diferente de valores, por lo que es importante llegar preparado para el puesto, independientemente del entrevistador.
14. Mantener el contacto visual
Mantén la atención de todos los presentes en una entrevista de trabajo manteniendo el contacto visual con diferentes personas en momentos específicos durante tus respuestas, aseguran Molidor y Parus.
«En una entrevista de trabajo, comienza tu respuesta manteniendo contacto visual con la persona que te hizo la pregunta. Luego mantén contacto visual aleatorio y suave con cada uno de los otros entrevistadores. Al terminar tu respuesta, devuelve la mirada a la persona que te hizo la pregunta. No cortes a los entrevistadores tampoco manteniendo un contacto visual agresivo. Establecer contacto visual suave y aleatorio es la clave.»
15. Tu postura
«Cuando estés en la entrevista, tu opción predeterminada debe ser sentarte recto y mantener una sonrisa agradable en tu rostro», asegura Taylor.
«Evita caerte en la silla y recuerda inclinarte hacia adelante, mostrando interés en el entrevistador. Incluso si sientes que la entrevista va mal, mantén tu aplomo, postura e inflexión. Eso a veces puede ayudarte a darle vuelta las cosas».
16. Lo que haces con las manos
Molidor y Parus recomiendan:
1. Mostrar las palmas de las manos indica sinceridad.
2. Mantener las palmas hacia abajo es un signo de dominio. No estreches las manos con las palmas hacia abajo.
3. Presionar las puntas de los dedos de las manos es una muestra de confianza.
4. Esconder las manos, como si las pusieras en los bolsillos, es una señal de que tienes algo que esconder.
5. Dar golpecitos con los dedos es un signo de impaciencia.
6. Cruzarte de brazos es una posición muy defensiva, que indica decepción o desacuerdo.
7. Usar demasiado los gestos con las manos hasta el punto de distraerse.
Sin embargo, la ciencia del lenguaje corporal puede ser bastante subjetiva. El entrevistador puede no notar estas pequeñas señales, incluso subconscientemente, especialmente si se centran en las palabras que estás diciendo en lugar de tus gestos.
17. Las preguntas que haces
Tal vez seas capaz de responder a todas las preguntas que se te hagan con éxito, pero también tienes que dejar una buena sensación haciendo preguntas inteligentes y reflexivas al final.
A continuación hay dos preguntas del libro de Vicky Oliver, llamado 301 Respuestas inteligentes a preguntas dificiles en una entrevista, que te pueden ayudar:
– ¿Cuáles son algunos de los problemas a los que se enfrenta tu empresa en este momento? ¿Y qué está haciendo tu departamento para resolverlos?
– ¿Qué tipo de empleado tiende a tener éxito? ¿Qué cualidades son las más importantes para hacerlo bien y avanzar en la compañía?
18. Dónde has vivido y crecido
Si pasaste tu niñez en Valladolid y tu entrevistador también lo hizo, puedes tener una mayor oportunidad de conseguir el trabajo.
Esto es algo totalmente injusto (y está fuera de tu control), pero tu entrevistador puede que ni siquiera sea consciente de que tienes preferencias hacia los vallisoletanos. Se llama la hipótesis de la atracción por la similitud: La gente simplemente se decanta sobre aquellos que son similares a ellos en algún campo en concreto.
Hay algunas explicaciones potenciales para este fenómeno. Una es que las personas con un nivel decente de autoestima están satisfechas con su personalidad, así que cuando ven sus cualidades reflejadas en alguien más, también les gusta esa persona.
Otra idea es que los humanos han evolucionado para gustar a otras personas y actúan inconscientemente para hacerlo. En un momento de la historia de la humanidad, la apuesta más segura era confiar sólo en las personas de su pequeño grupo social.
19. Lo competente que pareces
Parecer demasiado competente puede, en algunos casos, perjudicar el éxito en una entrevista, porque tu entrevistador podría preocuparse de que le superes. Y eso es especialmente cierto en organizaciones con culturas altamente competitivas.
Sin embargo, algunos entrevistadores tienen prejuicios de género. En un estudio sobre los solicitantes de empleos relacionados con la ciencia, los entrevistadores tenían más probabilidades de contratar a un candidato varón para realizar una tarea matemática, incluso si se demostraba que la candidata mujer tenía un rendimiento igual de bueno.
Por supuesto, debes dar lo mejor de ti en cualquier entrevista de trabajo. Si la empresa no te contrata porque se siente amenazada o es parcial, es posible que no quieras trabajar allí.
20. El tono de tu voz
En un futuro próximo, algunas compañías podrían empezar a analizar las voces de los candidatos para determinar si encajarían bien, según un reportaje de la NPR.
Esencialmente, un algoritmo determinaría si su voz es atractiva, tranquila o confiable, lo que podría ser especialmente importante en industrias como la de la hostelería y el comercio minorista.
Los humanos tendrían, eso sí, la última palabra en la contratación.
21. Tu sonrisa
Es de sentido común saber que una sonrisa te hace parecer más amigable y accesible.
Pero las investigaciones sugieren que, para ciertas profesiones, sonreír demasiado puede socavar tu éxito en una entrevista de trabajo.
En un estudio, publicado en el Journal of Social Psychology, los investigadores pidieron a los estudiantes universitarios que hicieran un juego de roles en las entrevistas de trabajo. Descubrieron que los que interpretaban a candidatos para el puesto de periodista tenían menos probabilidades de conseguir el hipotético trabajo cuando sonreían, especialmente durante la mitad de las entrevistas.
22. Tu acento
Los estudios publicados en el Journal of Applied Psychology sugieren que algunos empleadores pueden discriminar a los candidatos a puestos ejecutivos cuando estos tienen acento extranjero. Concretamente, pueden creer que tienen menos habilidad política.
Este es otro ejemplo de discriminación completamente injusta, y los investigadores que respaldan el estudio dicen que las empresas deberían añadir la formación para la concienciación sobre el acento a los programas de formación existentes para la contratación de directivos.
23. Tu peso
Experimentos recientes sugieren que estamos menos dispuestos a contratar a candidatos cuando tienen sobrepeso.
En el estudio, publicado en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes, hombres y mujeres calificaron como de forma distinta a los currículos digitales que incluían fotografías de personas no obesas y fotografías alteradas digitalmente de esas mismas personas. Resulta que los candidatos obesos fueron calificados como menos competentes que los candidatos sin exceso de peso.
24. Tus tatuajes y piercings
Una encuesta de Salary.com demuestra que el 76% de la gente dice que los tatuajes y piercings perjudican las opciones de un candidato de ser contratado.
Sin embargo, su arte corporal podría destacar más en ciertos campos. Por ejemplo, la encuesta mostró que sólo el 8% de los funcionarios tienen tatuajes, en comparación con el 20% de los de las industrias de la hostelería, el turismo y el ocio.
25. Tu lenguaje corporal
Los expertos dicen que cuando las personas se gustan entre sí, lo reflejan en la postura y en los movimientos corporales. En cierto modo, parece que las dos personas están «bailando».
Si no reflejas el lenguaje corporal de tu entrevistador, puede parecer que no te interesa lo que dicen o incluso que estás mintiendo.
Obviamente, no es necesario llegar a los extremos, como rascarse la nariz cada vez que el entrevistador lo hace. Pero si están inclinados hacia adelante en su silla o sentados con las piernas cruzadas, puedes imitar sutilmente estos comportamientos.
26. Sudar
Que te sude la mano antes de estrecharla con el entrevistador es el mayor temor de muchos candidatos a un puesto de trabajo.
Y por una buena razón: el sudor sugiere que estás nervioso y puede socavar la imagen de confianza que intentas proyectar.
Una responsable de recursos humanos le contó a US News que recomienda pedir un vaso de agua fría mientras esperas a que te llamen para tu entrevista. De esa manera, bajarás la temperatura de tu cuerpo y dejarás de sudar un poco.
Por otro lado, puedes aceptar que el sudor y el nerviosismo son normales en una situación estresante y esperar que tu entrevistador se sienta de la misma manera.
27. Las notas de agradecimiento
Todos sabemos lo importante que es seguir el proceso después de una entrevista de trabajo y enviar una nota de agradecimiento. Con todo, no todos se dan cuenta de que cuando lo hacen puede ser tan importante como la entrevista.
Si esperas demasiado, el responsable de las contrataciones puede olvidarse de ti o asumir que no estás interesado en el trabajo. También puede hacer que parezcas un holgazán.
«El mejor plazo para enviar un correo electrónico de agradecimiento es dentro de las 24 horas después de la entrevista«, indica Whitney Purcell a Business Insider. «Debe mandarse durante el horario de trabajo, ya que queda fuera de lugar enviar ese mail de madrugada.»
PUBLICACIÓN ORIGINAL: 27 factores que influyen en la hora de ser elegido