Eficacia y Eficiencia (y efectividad) | Conoce sus diferencias

Eficacia y eficiencia

Eficacia

La eficacia implica el nivel de consecución de metas y objetivos. Hace referencia a la capacidad de alcanzar los objetivos establecidos por una organización, un grupo de personas o de manera individual. 

Es decir, que la eficacia se refiere a la capacidad que tienen las personas para poder conseguir aquello que se proponen.

Eficiencia

La eficiencia es la relación entre los recursos que son empleados para conseguir un objetivo y los logros que son obtenidos.

Se refiere a la capacidad de alcanzar el objetivo planeado sin derrochar o cuando se usa un menor número de recursos destinados para lograr este objetivo.

También se aplica cuando se alcanza un mayor número de objetivos haciendo uso de los mismos recursos o –incluso- menos.

Eficacia y Eficiencia diferencia

La eficacia es la capacidad de alcanzar o lograr algo planteado. En cambio, la eficiencia es el conseguir los objetivos administrando los recursos (ya sea sin derrocharlos o, por otro lado, conseguir más objetivos usando mismos recursos).

Otra diferencia está en que para la eficacia pudieras conseguir los objetivos de manera satisfactoria (aunque en el proceso no se hayan administrado bien los recursos). En otras palabras, en la eficacia no importa si hemos sido eficientes durante el proceso.

Eficacia y Eficiencia en el trabajo

No es lo mismo un empleado eficiente que un empleado eficaz.

Por ejemplo, un empleado eficaz sería capaz de producir 100 unidades de un producto en 3 horas. En cambio, un empleado eficiente pudiera producir las mismas 100 unidades aunque en un tiempo de 2 horas y media.

Se puede aplicar en cuanto al uso de recursos:

  • Tenemos un empleado que consume 10 materiales para producir 20 unidades de un producto
  • También tenemos a otro empleado que consume 8 materiales para producir 20 unidades de producto, lo cual le hace más productivo.

Cómo medir la eficacia

Básicamente se debe seguir la siguiente fórmula:

  • Eficacia= (Resultado alcanzado*100)/ Resultado previsto .

Por ejemplo, del 1 al 10% otorgará una puntuación muy poco eficaz, mientras que del 90 al 100% otorgará una puntuación altamente eficaz.

Cómo medir la eficiencia

Básicamente se deben seguir las siguientes fórmulas:

  • Resultado obtenido / (gasto invertido x tiempo de trabajo).
  • Resultado esperado / (gasto esperado x tiempo esperado).
  • Se dividen ambos coeficientes y el resultado muestra el nivel de eficiencia.

Eficacia y Eficiencia y Efectividad

La principal diferencia entre eficacia y eficiencia está en el hecho de si se tiene en cuenta si los recursos han sido debidamente consumidos o no. Se puede ser eficaz sin ser eficiente cuando se logran los objetivos habiendo derrochado todos los recursos.

Teóricamente la efectividad es sinónimo de eficacia.

Sin embargo, Peter Drucker (el padre de la administración moderna) da una definición distinta a Efectividad, la cual la refiere como el hacer las cosas de forma eficiente y eficaz.

La efectividad tiene que ver con «qué» cosas se hacen y con «cómo» se hacen esas cosas. Es el hacer bien las cosas correctas.

Por ejemplo, la primera se ocupa de hacer algo lo mejor posible en cuanto al uso de recursos: busca perfeccionar el «cómo» se hacen las cosas, sin cuestionarse «qué» cosas hacemos.

Así podemos llegar a situaciones contradictorias, cuando no completamente absurdas. En palabras de Drucker: no hay nada más inútil que hacer de forma muy eficiente aquello que no debería hacerse en absoluto.

Por ejemplo, la eficiencia se centra únicamente en hacer algo lo mejor posible en cuanto al uso de recursos. Dicho de otra forma, busca perfeccionar el «cómo» hacemos las cosas pero sin cuestionarse «qué» cosas estamos haciendo.

Siguiendo esa lógica, la efectividad se define como la cuantificación del logro de la meta.

Por eso, la efectividad que plantea Drucker persigue encontrar un término medio con sentido, un punto de equilibrio ideal entre eficiencia y eficacia. 

La búsqueda de la efectividad impide que un exceso de foco en la eficiencia provoque que no se alcance el resultado deseado o que no se haga a tiempo.

Además, impide que un exceso de foco en la eficacia pueda dar con el punto de equilibrio al traste con la rentabilidad del resultado, descompensando el esfuerzo.

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